HABLEMOS EL MISMO IDIOMA PARA ENTENDERNOS MEJOR

Adiestramiento canino y solución de problemas de conducta con técnicas especializadas basadas en métodos actualizados como el instintivismo.


La mayoría de los problemas de nuestras mascotas se presentan a causa de una mala comunicación, una errónea humanización y desinformación acerca de los requerimientos que nuestro perro necesita.

miércoles, 4 de mayo de 2011

COMO PRESENTAR A MI BEBE CON MI PERRO



Tener un bebé jamás debe significar el decirle adiós a mi perro. Como tampoco debemos obligar a que se adapten sin ayuda. Esto nos puede generar accidentes en los que desgraciadamente las dos partes siempre salen perdiendo.
Yo recomiendo ampliamente que los niños convivan con animales de compañía, en este caso con los perros; sin embargo también deben existir reglas para generar una sana convivencia entre los dos.
Para lograr que los dos bebés de la casa se transformen en los mejores amigos debemos seguir una estrategia.
Algunos perros pueden percibir a los bebés como un mamífero extraño y una posible pieza de caza, sobretodo aquellos que nunca han visto un bebé y, por lo tanto, no pueden reconocerlo como una cría de los seres humanos. Para ayudar a prevenir accidentes debemos tomar ciertas precauciones.
Tenemos que asegurarnos que nuestro perro no tenga ningún problema de comportamiento. Generalmente nosotros no le vemos ningún defecto pero estos pueden salir al interactuar con un bebé y entonces sería un gran problema. Te recomiendo acudir a un experto en comportamiento para que lo revise.
La energía de nuestro perro tendrá mucho que ver en el proceso. Perros dominantes, desequilibrados o inseguros necesitarán ayuda de profesionales para lograr un estado mental equilibrado antes de la llegada del bebé.
Recomiendo que acudas con un entrenador para que le enseñe el nivel básico a tu perro. Siempre es útil que tu perro lo tenga ya que te ayudará a tener mayor control sobre él. Recomiendo también que asistas a un grupo de adiestramiento o a lugares muy concurridos por gente, perros y niños y apliques lo aprendido en estos lugares para reforzar la unión entre ustedes.
Cabe destacar que adiestrar no significa rehabilitar, si tu perro tiene problemas de comportamiento deberás rehabilitarlo al mismo tiempo. Acude con un experto para cada caso.
Todo el proceso de aclimatación se divide en tres partes:
1.- El tiempo previo
2.- La presentación
3.- La convivencia

a) El tiempo previo: este periodo será en el cual organizaremos los tiempos y cambios en la casa para acostumbrar a nuestro perro a ellos y que no los relacione con la llegada del bebé.
Al ser los perros animales de costumbres antes de la llegada del bebé tendremos que hacer que hagan suya una nueva rutina. Te recomiendo que designes la ubicación de la comida, de su cama y espacio de esparcimiento como si tu bebé ya estuviera en casa. Limita desde ahora las zonas en las que no quieres que entre tu perro, puedes utilizar barreras físicas. Designa un espacio de 20 minutos diarios a cepillarlo, jugar, acariciarlo y convivir con él, el cual sepas que vas a poder seguir llevando a cabo en presencia del bebé.

Los paseos y la hora de comer también deben tener un horario especial, el cual, en lo posible deberá respetarse todos los días.
Yo recomiendo ejercitar a nuestros perros de 30 a 45 minutos diarios, una buena idea es llevarlo atado a la carreola con un bebé falso en las mañanas o tardes y llevarlo a él solo, en las noches. Será maravilloso pasear a tu bebé y tu perro juntos.

Los olores nuevos le llamaran mucho la atención, por lo que te recomiendo dejar que olfatee el talco, loción, pañales, ropa, etc. Usa incluso los productos y mientras lo haces dale premios cuando este en un estado tranquilo y sumiso. Esto hará que relacione ese olor con algo agradable.

Coloca por toda la casa ropa y juguetes del bebé y sigue a tu perro. Deja que los olfatee pero si quiere cogerlos dile la palabra “NO” y aléjalo del lugar. Cuando ignore los objetos dale un premio y una caricia, anímalo con palabras; esto reforzará el aprendizaje. JAMÁS DEJES QUE TU PERRO JUEGUE CON LA ROPA DE TU BEBÉ, no querrás que haga lo mismo con tu hijo, o si??? Corrige cualquier comportamiento indeseado y premia el equilibrio.

Revisa los juguetes de tu perro y compáralos con los de tu bebé, busca dejarle solo los que no se parezcan y reemplazalos por aquellos de formas inusuales. Un juguete muy recomendable es el Kong, los hay de varias formas. Esto le ayudará a respetar los juguetes de tu bebé. Se que después de que los tome bastaría con lavarlos para dárselos a tu bebé, sin embargo la principal causa de hacer esto es para que al crecer tu bebé no intente recuperar su juguete de la boca de tu perro y ocurra un accidente.

Manejar un espacio tranquilo en donde el pueda estar aislado. Practicarlo antes de la llegada del bebé. Podemos darle la orden de “A TU CAMA” y cuando el se vaya a ese espacio premiarlo, no importa cuanto se tarde. Cuida mucho el tono de tu voz y tu estado de ánimo; los perros son muy sensibles a nuestro lenguaje y si relaciona esta orden y el espacio con un estado negativo tuyo lo tomará como un castigo y será casi imposible enseñarle a que se vaya a este espacio.
Será un espacio muy útil en la práctica ya que mandarás a tu perro ahí cuando lo requieras como cuando tienes visitas, derramaste leche, etc. y quieres tener control de tu perro. Recuerda premiar y no castigar, y ponerle un colchón confortable, ese será el secreto de tu éxito.

Por último, cuando nazca tu bebé, lleva ropa que haya utilizado a casa y repite el ejercicio de dejarla por toda la casa. Premia estado tranquilo y corrige sobreexcitación. También lleva ropa contigo a un paseo con tu perro, lleva premios también y tras darle órdenes básicas de sentado, echado, etc. dale el premio después de darle a olfatear la ropa y después acarícialo. Esto hará que relaciones un estado sumiso y tranquilo en presencia de este olor y algo agradable para él tras ese comportamiento. Haz esto hasta antes de la llegada del bebé.

b)La presentación: este momento es vital para el éxito, si lo hacemos de manera correcta, con calma y paciencia. Daremos un paso enorme hacia nuestra meta.
Antes de presentar al perro con el bebé, te sugiero que le des un paseo de al menos 30 minutos a tu perro; si llega cansado y con menos energía, sus reacciones serán por lo general más tranquilas. Mientras lo estás paseando, la mamá debe entrar a la casa y dejar al bebé en su zona.

Al regreso del paseo, la mamá debe de pasar un tiempo con el perro. El saludo debe ser tranquilo y debemos evitar tonos de voz que inciten al juego. Recomiendo mas bien un masaje con el perro sentado o echado para tranquilizarlo antes de presentarlo al bebé. Desde este momento ya existe una presentación por el olor que la mamá tiene del bebé y reforzaremos que en presencia de ese olor el debe estar sumiso y tranquilo para ser recompensado.
Después de todo el trabajo llegó la hora de la presentación. ES IMPORTANTE QUE ANTES DE PRESENTARLE AL BEBÉ ESTE EN UN ESTADO SUMISO Y TRANQUILO, así le ayudaremos a que no sienta el proceso.
Mándalo a su cama y ve por el bebé. Cuando llegues con el, ignora a tu perro y siéntate dentro de una zona prohibida para tu perro. Él, comenzará a usar su nariz, si quiere ir a donde tu estás deberás mandarlo a su zona. Cuando notes que tu perro esta tranquilo tras acostumbrarse a sonidos y olor, ve y siéntate en una zona permitida para tu perro. El papá debe colocarle la correa a tu perro y tras esto deberás llamarlo a tu lado. Evitar que la correa este tensa para no contaminar el estado mental del perro.

Darle la orden de sentarse y después dejar que olfatee al bebé. Debemos corregir cualquier comportamiento indeseado con la palabra “NO” y premiar un estado estable con comida, caricias y voz suave. De esta forma reforzaremos el que relacione al bebé con algo agradable para él.
Si el estado de excitación persiste y sube de nivel, debemos retirar al perro y aislarlo unos instantes; cuando vuelva a tranquilizarse repetir el ejercicio. Hacer esto hasta que el perro se siente, se eche o ignore al bebé y este tranquilo. No repetirlo más de 3 veces en cada intento. Debemos evitar presionar al perro.

Todos los perros son distintos, habrá quienes a la primera se adapten y quienes necesiten más tiempo. Tómate todo el tiempo y días necesarios para hacer la presentación. De esto dependerá el éxito. Hazlo de manera gradual y al ritmo de tu perro.

c)CONVIVENCIA: a partir de que la presentación se ha logrado con éxito, debemos de continuar con la inercia en cuanto a rutinas con nuestro perro en el trabajo previo a la llegada del bebé. Es importante no cortar estas y realizar un esfuerzo para que el equilibrio sea el común denominador de la casa.

Medidas de control.
Si se está solo durante las primeras semanas, el perro debe estar guardado en presencia del niño. Es imposible atender a los dos y tener la seguridad de poder reprimir una mala conducta del perro. También es importante considerar el estado de la correa y su longitud que, en caso necesario, se podría utilizar para tener bajo control al perro en presencia del bebé. De esta forma, el animal puede estar cerca del niño y el dueño puede acariciarlo, pero el perro no puede arremeter para localizar y alcanzar al bebé.
Es erróneo pensar que el bozal evita posibles lesiones. El cráneo de un niño es muy débil como para soportar una envestida de un perro y puede llegar a producirse una fractura sin que hubiese intención. Un bozal puede prevenir una mordedura, pero no disuade al perro de arremeter contra el niño.

Bajo ninguna circunstancia un animal doméstico puede dormir en el mismo cuarto que un niño. Es aconsejable usar un monitor para poder cerrar la puerta de la habitación del bebé mientras duerme. Si después de 3 semanas, el animal acepta al bebé sin presentar malas conductas, se puede estar tranquilo. No obstante nunca hay que dejar solos al perro y al bebé.


TIPS ÚTILES:

 Mientras el bebé esta en la clínica:

- No dejar al perro solo por completo mucho tiempo en casa.

- Al ir a casa llevar alguna toalla o paño con el olor del niño. Jugar con el perro, acariciarlo y darle premios mientras le mostramos la toalla. De este modo, el perro asociará el olor del bebé con experiencias agradables.

- Puede ser una buena idea llevar al perro al veterinario para limar un poco sus uñas. De ese modo, evitaremos que pueda arañar al niño si por accidente lo tocara con las patas.



· La llegada a casa:

-El perro mostrará una curiosidad natural ante la llegada del bebé. Es importante actuar de forma que el perro investigue al nuevo miembro de la familia y al mismo tiempo evitar que pueda, sin querer, hacerle daño.

- Una buena idea es que alguna persona de la familia saque al perro a pasear mientras el niño y su madre regresan de la clínica.

· El primer contacto:

- En general, es importante actuar de la forma más relajada posible. De lo contrario, podemos transmitir nuestra excitación al perro.
- No debemos castigar al perro por querer investigar al bebé. Si lo hiciéramos, el perro podría asociar la presencia del niño con algo negativo. Solo hay que enseñarle a hacerlo de la forma correcta.

- Debemos dejar que el perro se acerque al niño, eso si, con calma. Para ello puede ser una buena idea distraer parte de su atención con una golosina.

- Si el perro es de gran tamaño o muy nervioso una buena idea es mantenerlo sujeto con la correa de paseo hasta que su ímpetu por oler al niño se reduzca.

- Si el perro se acerca al bebé y lo huele de una forma calmada, debemos premiarlo con caricias y palabras suaves. Debe siempre evitarse un tono de voz que pueda excitar al perro, por ejemplo, el que utilizamos para jugar.

- Si las cosas han ido bien, no debemos alargar en exceso el primer contacto. Es importante no forzar la interacción entre el perro y el niño y permitir que el proceso se lleve a cabo de forma gradual.

-Nunca debemos dejar al niño y al perro juntos ni un instante sin nuestra supervisión directa. Un perro puede sin querer hacerle daño al niño, por ejemplo, apoyando sus patas y volcando la cuna.



OTROS ASPECTOS IMPORTANTES:


· LAS VISITAS:

Es obvio que las visitas vienen estos días a casa para ver al niño. Sin embargo, eso no significa que no dispongan ni de unos segundos para prestarle atención también al perro.

- Debemos intentar que las personas que vienen a casa le hagan un poquito de caso al perro. Puede ser algo tan sencillo como darle una golosina, lanzarle un par de veces la pelota y acariciarlo de vez en cuando.

.EVITAR LA COMPETENCIA ENTRE BEBÉ Y PERRO:

La llegada de un bebé suele absorber gran parte de nuestro tiempo. Los ratos en que estamos más tranquilos, por ejemplo cuando el niño duerme, suelen ser aprovechados para jugar y prestarle atención a nuestro perro. De este modo, intentamos que el perro no se sienta desplazado.

Sin embargo, los perros no siempre interpretan las cosas de la misma forma que nosotros. Ante la forma anterior de actuar la interpretación del perro va a ser tan sencilla y tan lógica como la que sigue:

... cuando está el niño delante a mi no me hacen apenas caso.
... cuando el niño no está vuelvo a recuperar la atención de mis dueños.

En el momento en que el perro llega esta conclusión, empieza a ver al bebé como a un competidor.

· ¿Cómo evitar esto?

Si deseamos evitar la competencia, debemos conseguir que el aprendizaje del perro sea opuesto al descrito en el apartado anterior. Para ello debe procederse de la siguiente manera:


-Si el niño está presente debemos, en la medida de los posible, prestarle atención también al perro. Todos los juegos, las caricias y las golosinas deben ser entregados en presencia del niño.


- Si el niño no está “en escena”, debemos de forma deliberada reducir el grado de caricias y atenciones que recibe el perro.



En otras palabras, el perro sólo obtendrá cosas de nosotros en presencia del niño, y no al revés como ocurría antes.

Ahora el aprendizaje del perro será:

... cuando está el niño delante me hacen caso y me divierto como siempre.
... cuando el niño desaparece me aburro y ellos me ignoran.

.ENSEÑANDO AL NIÑO A INTERACTUAR CON EL PERRO:

Con el tiempo será el niño el que buscará el contacto con el perro. En muchas cosas, el niño trata al perro como a un juguete más y no es consciente de que el animal puede sentir dolor.

El objetivo de los padres es enseñarle al niño que el perro no es un juguete y que estirarle las orejas, el pelo o la cola puede no ser la mejor forma de relacionarse con él.

.SEÑALES DE ALARMA:

El protocolo hasta ahora descrito es válido para perros de cualquier raza, sexo y edad, que no presenten un problema previo de comportamiento.

Algunas conductas mostradas por el perro pueden no ser compatibles con la convivencia con un niño. A continuación planteo 5 preguntas sobre la conducta general del perro. Si en alguna de ellas la respuesta es afirmativa, por favor contacte de inmediato con un veterinario especialista en comportamiento.


¿Su perro gruñe o enseña los dientes...

... cuando alguien de casa lo toca mientras come o tiene un objeto en la boca?

... si lo quieren echar del lugar donde descansa?

... al querer cepillarlo o bañarlo?

... al sujetarlo o intentar moverlo?

... a las personas que no son de la familia, en casa o en la calle?





RESUMEN: las 5 claves para una buena convivencia.

1. Realizar los preparativos con antelación.

2. Actuar con calma.

3. Presentar el niño al perro de forma gradual.

4. Supervisar a ambos en todo momento.

5. Conseguir que el perro relacione la presencia del niño con cosas positivas.



NO EXISTE MEJOR AMIGO PARA UN NIÑO O NIÑA QUE UN PERRO EQUILIBRADO. LA INVERSIÓN QUE REALICES EN CUANTO A TIEMPO Y ESFUERZO PARA PREPARAR LA PRESENTACIÓN ENTRE AMBOS RENDIRÁ FRUTOS EXTRAORDINARIOS A FUTURO.

MVZ ROBOAN AGUILAR R.
Psicología canina y felina
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